martes, 30 de octubre de 2012

Capítulo II. Pietro y Enrico, hijos de Antonio "El Patriarca"


Decíamos hace unos días que Antonio, al que siempre nos referiremos como el Patriarca, había tenido dos hijos, Pietro y Enrico, fruto de su matrimonio con la "bella Giovanna".
Pietro nació en 1389 y contrajo matrimonio con Giovanna, nacida en 1399. Tuvieron un hijo, Antonio, nacido en 1416, que recibió el nombre de su abuelo, siguiendo la tradición.

Antonio contrajo matrimonio con Fiore, nacida el año 1420, hija del escribano Ognibeno Cabeno.

Por su parte, Enrico, el otro hijo del Patriarca, nacido en 1397, contrajo matrimonio y tuvo dos hijas: Rica, casada en 1418 con Marco Fassoli, y otra cuyos datos no han llegado a mi poder.

Rica y Marco tuvieron un hijo, Giorgio que dio origen a la familia de los Zorzi. Su hermana casó con Sergio de Gaspare y tuvo un hija llamada Bonassa Sofía. Con ellos finaliza la relación directa de los descendientes de Enrico con la Familia Antonio.

Del matrimonio de Antonio y Fiore nacieron cinco hijos, tres mujeres y dos varones. Las mujeres recibieron los nombres de Margherita, Giacomina y Antonia (1416), y los varones los nombres de Giovanni (1442) y PierAntonio (1436). De éstos dos varones descienden, como veremos, la totalidad de nuestros antepasados.

Pierantonio, contrajo matrimonio con Doménica, nacida en 1440, y dio lugar a una frondosa rama de la que tenemos noticia hasta finales del siglo XVII.

Giovanni contrajo un primer matrimonio con María, nacida en 1446, y segundas nupcias con Casandra, nacida en 1444. Sus descendientes al igual, como hemos dicho, que los de Pierantonio, también dieron lugar a una frondosa rama.

En el Capítulo III y siguientes, conoceremos a los descendientes de Giovanni que, producto de sus dos matrimonios, constituyeron dos ramas igualmente frondosas.

sábado, 27 de octubre de 2012

Capítulo I. Origen del apellido Chiereghini

En un principio fue Antonio... Me explico; en un principio el patronímico de los actuales Chiereghini,  en Italia, o Chereguini en España -también aparece el apellido Chereguini en Ituverava y Franca en Brasil- era  ANTONIO, lo cual no puede extrañarnos pues tal costumbre, la de conocer a una familia por el nombre del padre, era muy frecuente en siglos pasados. La misma palabra "patronímico", que procede del griego "pater = padre" y "onoma=nombre", nos lo aclara.

El primer Antonio del que hemos tenido noticia hasta el presente aparece en una publicación, "Marmi e Lapicidi", a la que ya nos hemos referido, escrita por Pierpaolo Brugnolli & allí publicada por la Comunne de Sant´Ambrogio de Valpolicella.  

En esta publicación que, como ya os he contado, me proporcionó la señora Nella Chiereghini residente en Sant´Ambrogio de Valpolicella, se habla de la "Colonia Campionese en dicha localidad y del affuso di maestri lombardi e in particulare di maestri campionesi...", que se establecieron en Sant´Ambrogio en el siglo XV.

Sabemos, así nos lo cuentan, que el primer Antonio era un "maestri lapicidi" o, lo que es lo mismo, maestro marmolista que residía y trabajaba en Campione, su ciudad natal, a orillas del Lago Lugano en la provincia de Como.

Antonio nació, muy probablemente, alrededor de 1365 -sus dos hijos varones nacieron, como veremos más tarde, a finales del siglo XIV- y fue bautizado con ese nombre por ser el patronímico de la familia, y como la tradición era poner el nombre del abuelo al nieto hemos de pensar que hubo un Antonio nacido muy al  principio del siglo XIV.

El maestro Antonio, como era conocido en Campione, había sido un hombre fornido, de regular estatura, con manos grandes, fuertes y callosas, que evidenciaban el duro trabajo al que se dedicaba. Su rostro era de facciones grandes y correctas. En el destacaban unos grandes ojos negros sobre los que sobresalían dos pobladas cejas que apenas perdían densidad a su paso por el puente de su bien proporcionada nariz.

Muy joven aún contrajo matrimonio con Giovanna una jovencísima, esbelta y agraciada doncella, con la que tuvo dos hijos que fueron bautizados con los nombres de Pietro y Enrico.

Actualmente Campione es una Comuna italiana, con categoría de "enclave" dentro de la Confederación Suiza,con una superficie de apenas dos y medio kilómetros cuadrados de tierra firme y uno con siete de aguas territoriales.

Campione está rodeado por territorio del Cantón de Tesino y se encuentra separado del resto del territorio italiano, en concreto de la Comuna de Lanzio d´Intelvi,  por una franja de terreno de menos de un kilómetro de anchura.

Esta Comuna de Campione es muy conocida en Italia y Suiza  por contar con un Casino -existe desde antes de la Segunda Guerra Mundial- que opera con normas menos estrictas que las existentes en dichas naciones.

Por cierto que acabo de ver en Internet que, saliendo de Madrid el día diez de noviembre y regresando el diecisiete, se puede volar a Turin, aeropuerto más próximo a Campìone,  por 51€ ida y vuelta todo incluido.  No está mal ¿no? Bueno, fuera sugerencias que no está el "horno para bollos..."

Campione también es, y era muy conocido en la antigüedad, por haber sido el lugar de origen de un conjunto de escultores , tallistas y arquitectos originarios de la zona de Campione, de Lugano y en general del lago lombardo, que ejercieron sus oficios en varias regiones de Italia  y de Suiza durante los siglos XII al XV. Eran conocidos como maestros campioneses  y su estilo arquitectónico, aunque dentro del gótico tardío, era un anticipo del Renacimiento.

Los maestri campionesi participaron en la construcción y embellecimiento de un sinnúmero de catedrales e iglesias, construidas en el transcurso de estos tres siglos, así que, hoy en día, se pueden admirar sus obras en Módena, Rávena y Milán entre otras.

Antonio jugaba y entretenía a sus hijos, cuando eran adolescentes, enseñándoles a realizar pequeñas tallas para lo que, desde muy pequeños, habían demostrado una gran habilidad.

A principios de 1400 la familia de Antonio se trasladó a Sant´Ambrogio de Valpolicella, pequeña aldea de poco más de mil habitantes, situado cerca de Verona -actualmente a esa provincia y tiene 11.000 habitantes- famoso por la cantidad y calidad de sus mármoles.

En realidad, Antonio se dejó convencer por algunos de sus familiares y amigos, también maestros marmolistas,  que habían emigrado antes que él a Sant ´Ambrogio y que no cesaban de alabar tanto la calidad del mármol como las oportunidades que había para trabajar en aquella parte de Italia.

Ya adultos, Pietro y Enrico siguieron los pasos de sus padres y se convirtieron en dos hábiles maestros marmolistas que, con el tiempo adquirieron tierras y se afincaron en Sant ´Ambrogio. Pero esa es otra historia que os contaré en el Capítulo Segundo.






Tres años después, la historia continúa

Aunque hice mi presentación hace tres años, no he podido reanudar este Blog hasta el día de hoy. Por ello, y ante la duda de que tal presentación no haya llegado a todos, me atrevo a aburriros, una vez más, seguro de que no me lo tendréis en cuenta.

Comenzaré manifestando que esta “Probable Historia...” la escribo a petición de muchos de mis familiares quienes, unos por caridad, otros con sinceridad y todos por curiosidad, desean conocer por escrito y con detalle, todo cuanto relacionado con la familia me han escuchado contar repetidamente.

Y sin más, comienzo:

El objeto de la "Probable Historia de los Chiereghini-Chereguini", no es otro que el evitar que mis descendientes y todas aquellas personas que pertenecen o que pertenecerán, al árbol genealógico de los Chereguini y sientan curiosidad por conocer los antecedentes de su familia, no tengan que dar tantos palos de ciego como he dado yo, y se encuentren con un árbol frondoso y bien firme en sus raíces.

A estas alturas de mi vida, sin la menor vanidad y, también, sin el menor rubor, puedo manifestar que me siento muy orgulloso de mi carrera naval, y a Dios y a la Armada agradezco las oportunidades que me dieron. Una carrera durante la cual, al margen de las unidades de superficie en las que estuve embarcado, pasé catorce años destinado en unidades submarinas cruzando el Atlántico al mando de una de ellas, el S- 34 “Cosme García”, el año 1972 y navegué cuatro años a bordo del mejor velero del mundo, el Buque Escuela “Juan Sebastian de Elcano” con el que crucé a vela diez veces el Atlántico.

Desde siempre me intrigó mi apellido, con independencia de que cuando alcancé la edad de preguntar me encontré con una familia realmente reducida -los varones adultos eran cuatro, debido a que la Guerra Civil se había encargado de hacer desaparecer a cinco oficiales de la Armada con el apellido Chereguini- y,  desgraciadamente, quienes quedaban sabían muy poco de su apellido más allá de quiénes habían sido sus abuelos.

Por mi parte, además de la ortografía del apellido, que denota una evidente procedencia italiana, sólo había llegado a mis oídos una noticia, en boca de mi buena madre, que adjudicaba a alguno de nuestros antepasados la condición de “Dux” de la República de Génova.

Con este escaso bagaje, más la sugerencia de un compañero de Armas que se empeñaba en afirmar que el apellido Chereguini procedía del italiano “CEREGINI” -por aquello de que los italianos pronuncian la “C” como la “CH” del castellano-, comencé a interesarme por averiguar el origen de nuestro apellido.

Por aquella época tuve ocasión de leer por primera vez -y digo por primera vez porque luego lo he releído muchas más-, un libro que supone una verdadera joya para la familia Chereguini. Se trata de “Las Probanzas de Nobleza” o de “Limpieza de Sangre” de los Chereguini de Negri, un verdadero tesoro que, al fallecer el Capitán de Navío Augusto Chereguini Buitrago, que lo conservaba en custodia, pasó a su actual custodio, mi hermano Enrique Chereguini de Tapia.

Las citadas Probanzas, realizadas por el Cronista y Rey de Armas de Felipe V, Alfonso de Guerra y Sandoval el año 1742, sitúan el origen del apellido Chereguini en la Lombardía, y más tarde en Génova. Estas Probanzas se hicieron a petición de Juan Bautista Bavoso o Vava Chereguini de Negri Arpe, natural de Génova y sobrino carnal del Cónsul Giulio Antonio pues era, como veremos en su momento, hijo de una hermana. Y es muy posible que las mandara hacer como requisito indispensable para que su hijo Jerónimo pudiera ingresar en el Ejército español, como así sucedió.

El año 1958 visité, a bordo del Minador “Marte”, varios puertos italianos y entre ellos la Base Naval de la Spezia. Tal circunstancia favoreció mi afán investigador, leyéndome cuanta guía telefónica cayó en mis manos buscando, infructuosamente, algún Chereguini que desgraciadamente no aparecía por ningún lado. Por el contrario, si que encontré por toda Italia poseedores del apellido Cereghini, algo que, tras el hallazgo de Las Probanzas, había descartado tuviera relación con nuestros orígenes.

La siguiente pista me la proporcionó un artículo, publicado en la Revista General de Marina, del Contralmirante Don Julio Guillén 'Tato', Director del Museo Naval de Madrid, que al sacar a relucir unas tertulias que tenían lugar en el Ministerio de Marina, antes de la Guerra Civil, se refería a Felix Chereguini - él y el Alférez de Navío Juan Viniegra fueron los dos primeros pilotos de la Aviación Naval Española- como asiduo tertuliano, junto con el Marqués de Dosfuentes, que llevaba el apellido Chereguini por el matrimonio, como más tarde supe, de Florentina Chereguini con su bisabuelo, o abuelo, Fernando Antón del Olmet y Serón de Aragón.

En el artículo del Contralmirante Guillén se hablaba del origen genovés del apellido y citaba a Giulio Antonio Chereguini como Cónsul de la República de Genova. Como veremos en su momento, Giulio Antonio fue cónsul, pero no de la Répública de Génova sino de la República de Génova en Cartagena, que no es lo mismo...

El citado Marqués de Dosfuentes era el autor de un libro, “El Trabajo, Poema épico”, en el que se habla con bastante detalle de la sangre genovesa de su antepasada la citada Florentina Chereguini. Al hacerlo me proporcionó una pista muy interesante, pues me dio los nombres de los padres de Florentina que fueron Andrés Chereguini Carminati y Antonia Paradas Vargas. Andrés, hijo del cónsul y Antonia, hija de Juan Paradas, Teniente de Rey de la Plaza de Oran y de Antonia Vargas, ambos naturales de Oran.

No puedo dejar de mencionar a mi primo, el Teniente Coronel de Infantería de Marina, Ricardo Chereguini Diaz-Sutil -superviviente en el hundimiento del Crucero Baleares durante la Guerra Civil- el cual conociendo mi afición a la genealogía de nuestro apellido, me obsequió con el ejemplar que tenía del libro de Antón del Olmet.

El tiempo pasaba y yo continuaba con mi escaso bagaje y sin la posibilidad de que alguien de la familia me facilitara el camino. Perdí a mi padre -asesinado en Oropesa cuando era comandante de Marina de Castellón en octubre del treinta y seis- cuando yo tenía cuatro años y, como dije antes, los pocos Chereguini que quedaban, marinos de guerra todos ellos, sabían menos que yo de su apellido.

El tiempo pasaba ciertamente y tanto pasó que llegó Internet... y con Internet la posibilidad de entrar, vía “online”, en el Archivo Histórico Nacional pues pensaba, y acerté, que si Giulio Antonio había sido cónsul en Cartagena, en el Archivo Histórico, sección diplomática, algún legajo debía existir.

Y existía, ¡vaya si existía! Entré, como digo vía online y apareció Julio Antonio Chereguini, cónsul de la República de Génova, en Cartagena, desde junio de 1713. Su nombramiento, al “Magnífico Giulio Antonio Chiereghini” firmado por el Dux de Génova, el placet del Rey de España, su alta en el Ayuntamiento de Cartagena -por cierto, trescientos reales de vellón- sus sucesivos “reenganches”, hasta el año 1735 y, en fin, todos los documentos de su relación con el reino de España.

Pero mi mayor sorpresa fue cuando me encontré que el apellido del cónsul era Chiereghini y, sin embargo, el de su hijo era Andrés Chereguini... ¿cómo se comía aquello? Era lo mismo, pues lo interesante era que había descubierto una nueva línea de acción: un apellido Chiereghini y una república, Comune más bien, a la que podía dirigirme en la seguridad de que iba a terminar de “desfacer el entuerto”.

Y así fue. Escribí al Archivio Storico de la Comune y al Archivio di Stato, ambos en Génova, y el premio fue gordo pues recibí tal cantidad de documentos que, entre que estaban redactados en italiano y que, en ocasiones, la letra no era demasiado legible -por cierto la del Giulio Antonio era una maravilla-, tardé cierto tiempo en digerir.

Las conclusiones a las que llegué fueron las siguientes: Giulio Antonio Chiereghini desempeñó el cargo de Cónsul en Paris desde 1702 hasta 1713 que pasó a desempeñar el consulado en Cartagena.

Curiosamente, los primeros documentos que envía al Dux de Génova, desde París, los firma como Chiereghini, pero al final de su estancia aparece su firma como CHEREGHINI haciendo desaparecer la “i” de “CHIE”. En aquellos tiempos de mis primeros contactos con los archivos italianos, aún no sabía que Giulio Antonio, casado en primeras nupcias con la genovesa Antonia Carminati, había quedado viudo y se había casado por segunda vez con la parisina María Luisa Chacel – o Chasel- de Chaselles.

Tengo una teoría, un tanto novelesca, de la razón por la que Giulio Antonio eliminó la primera “I” de su apellido, y esa teoría señala a María Luisa como la principal causante de tal eliminación. Pero esa historia os la contaré cuando llegue el momento adecuado.

Por cierto que algo parecido le sucedió a su apellido cuando llegó a Cartagena. Sus primeros escritos al Dux los firma como CHEREGHINI y, poco después, elimina la “H” de “GHI” y se transforma definitivamente en CHEREGUINI . También, en su momento, os explicaré mi teoría de la desaparición de la “H”.

En estas estaba cuando, un buen día, se me ocurrió algo que se me debía haber ocurrido mucho antes: pedir al Archivo del Museo Naval la Hoja de Servicio de mi abuelo Enrique Chereguini Patero y de sus hermanos Ricardo, José y Joaquín, pues los cuatro ingresaron en el Colegio Naval de San Fernando allá por los años treinta del siglo antepasado. Enrique alcanzó el grado de capitán de navío de la Armada  y su hermano Ricardo, el de General de Infantería de Marina. Ambos fueron los únicos “generadores” de los Chereguini de los siglos XIX, XX y XI, por ahora...

¡Albricias! Aquello resultó un verdadero tesoro, pues en sus Hojas de Servicio aparecía, como requisito indispensable para ingresar en el Colegio Naval de San Fernando, su árbol genealógico... ¡¡¡hasta los tatarabuelos!!! Gracias a ello me enteré de que mi bisabuelo, José María Chereguini García Ussel de Guimbarda, había pertenecido al Cuerpo de Ministerio de la Armada, creado por Patiño para disponer de un Cuerpo, mitad Intendencia, mitad Intervención, que supervisara la construcción de los Arsenales de Cartagena, San Fernando y Ferrol.

También me enteré de los nombres de los padres y abuelos de José María, que fueron Tadeo y Pedro. Con ellos tenía completo el árbol desde Giulio Antonio: su hijo Andrés, su nieto Tadeo, su bisnieto Pedro y su tatanieto, mi bisabuelo José María.

Y, ya embalado, acudí al Archivo del Viso del Marqués, ubicado en el Palacio del Marqués de Santa Cruz en el Viso del Marqués, en Ciudad Real, y de nuevo encontré cantidad de información y entre ella la evidencia de que tanto Andrés como Tadeo y Pedro, habían pertenecido al citado Cuerpo de Ministerio. Pero, ¡insólito!, las carpetas que debían contener sus expedientes estaban vacías.

¿Qué había sucedido? Misterio. Pero sabiendo que habían sido oficiales de la Armada me dirigí al Archivo del Arsenal de Cartagena y, de nuevo, encontré un filón...

Para no aburriros, más de lo ya os he aburrido y, sobre todo, que no es el momento de adelantar el árbol, os diré sucintamente que Andrés ingresó en el Cuerpo de Ministerio el año 1732, y que su hijo Tadeo y su nieto Pedro, también lo hicieron. De sus matrimonios, hijos y vicisitudes os contaré, como digo, en su momento.

Ya tenía, pues, todo el árbol desde el Patriarca- por el momento Giulio Antonio- hasta la actualidad pero, ¿y antes?, ¿ quienes habían sido los CHIEREGHINI?, ¿de dónde procedían?, ¿podría llegar a conocer sus nombres?, ¿quienes habían sido los padres, los abuelos, de Giulio Antonio?

Con tanta información en mi poder se me ocurrió, de nuevo, recurrir a las guías telefónicas de Italia -páginas blancas de Génova en particular-, buscando el apellido CHIEREGHINI. Me llevé una gran sorpresa pues me encontré que con el apellido CHIEREGHINI solamente aparecían en toda Italia cinco personas y que , por el contrario, aparecían ciento ochenta y nueve con el apellido CHIEREGHIN... Curioso ¿no?

Mención aparte y mención”con distintivo rojo” merece, por la labor investigadora y el valor de lo obtenido, mi sobrino Augusto Martínez Chereguini, Capitán de Fragata, retirado a petición propia e hijo de mi prima hermana Socorro Chereguini Lagarde el cual, investigando en el Archivo de la Iglesia de Santa María de Cartagena, obtuvo valiosísima información acerca de los matrimonios, bautizos, hijos, etc., etc., de cuanto Chereguini residió en Cartagena desde 1713 hasta el día de hoy. Gracias, Augusto.

Unas Navidades, hace ya algunos años, se me ocurrió -no tenía cosa mejor que hacer- enviarles una felicitación a todos los Chiereghini/Chiereghin que encontré en las Páginas Blancas italianas, preguntándoles si conocían y podían informarme acerca de sus antepasados. Ni corto ni perezoso redacté la carta, se tradujo al italiano y saqué las oportunas copias.

Obtuve un resultado bastante aceptable por el número de respuestas pero, no así, por el contenido de ellas, pues ninguna me ayudaba a desentrañar mis interrogantes, Sin embargo si me sirvió para conocer a Nella Chiereghini, residente en Sant´ Ambrogio de Valpolicella, Comune de Verona, que merece párrafo aparte por su simpatía y espíritu de colaboración.

Me explico; puesto en contacto telefónicamente con Nella, que resultó ser una simpatiquísima señora, congeniamos desde el primer momento y, mucho más cuando me informó que existía y disponía de un ejemplar de un libro que dedicaba varias de sus hojas a contar la historia de los Chiereghini en los siglos XIV, XV, XVI y XVII.

Al conocer mi interés por el apellido Chiereghini y mi intención de escribir la historia del apellido, se ofreció a enviarme, como así hizo, una fotocopia de los capítulos del libro que hablan de los Chiereghini.

La lectura de tal libro, cuyo nombre va siendo hora que descubra, resultó interesantísima y ha sido clave para llegar a donde he llegado. El libro, que se titula “Marme e Lapicidi”, fue editado por la Comune de Sant Ambrogio de Valpolicella perteneciente a la Comune de Verona en el Véneto.

Creo que la edición de este libro se encuentra agotada pero, de cualquier forma, aquellos que tengan interés en disponer de él pueden dirigirse a David Chiereghini, sobrino de Nella, que pertenece a la Plana Mayor de la citada Comune de Sant Ambrogio. También yo me ofrezco a proporcionarle una fotocopia a quienes me la soliciten.

Una traducción, un tanto libre, del título del libro es la de “Mármol y marmolistas” y como tales nos presenta el libro a los Chiereghini de los siglos XIV al XVII.

Y con esta breve reseña del libro termino para dar paso al Capítulo I, en donde os hablaré del origen de los Chiereghini, nuestros antepasados italianos.