Aunque hice mi presentación hace tres años, no he podido
reanudar este Blog hasta el día de hoy. Por ello, y ante la duda de que tal
presentación no haya llegado a todos, me atrevo a aburriros, una vez más,
seguro de que no me lo tendréis en cuenta.
Comenzaré manifestando que esta “Probable Historia...” la
escribo a petición de muchos de mis familiares quienes, unos por caridad, otros
con sinceridad y todos por curiosidad, desean conocer por escrito y con
detalle, todo cuanto relacionado con la familia me han escuchado contar repetidamente.
Y sin más, comienzo:
El objeto de la "Probable Historia de los Chiereghini-Chereguini", no es otro que el
evitar que mis descendientes y todas aquellas personas que pertenecen o que
pertenecerán, al árbol genealógico de los Chereguini y sientan curiosidad
por conocer los antecedentes de su familia, no tengan que dar tantos palos de
ciego como he dado yo, y se encuentren con un árbol frondoso y bien firme en sus
raíces.
A estas alturas de mi vida, sin la menor vanidad y, también,
sin el menor rubor, puedo manifestar que me siento muy orgulloso de mi carrera naval, y a Dios y a la Armada agradezco las oportunidades que me
dieron. Una carrera durante la cual, al margen de las unidades de
superficie en las que estuve embarcado, pasé catorce años destinado en unidades
submarinas cruzando el Atlántico al mando de una de ellas, el S- 34 “Cosme
García”, el año 1972 y navegué cuatro años a bordo del mejor velero del mundo, el
Buque Escuela “Juan Sebastian de Elcano” con el que crucé a vela diez veces el Atlántico.
Desde siempre me intrigó mi apellido, con independencia
de que cuando alcancé la edad de preguntar me encontré con una familia
realmente reducida -los varones adultos eran cuatro, debido a que la Guerra
Civil se había encargado de hacer desaparecer a cinco oficiales de la Armada
con el apellido Chereguini- y, desgraciadamente, quienes quedaban sabían muy poco de su
apellido más allá de quiénes habían sido sus abuelos.
Por mi parte, además de la ortografía del apellido, que
denota una evidente procedencia italiana, sólo había llegado a mis oídos una
noticia, en boca de mi buena madre, que adjudicaba a alguno de nuestros
antepasados la condición de “Dux” de la República de Génova.
Con este escaso bagaje, más la sugerencia de un compañero de
Armas que se empeñaba en afirmar que el apellido Chereguini procedía del
italiano “CEREGINI” -por aquello de que los italianos pronuncian la “C” como la
“CH” del castellano-, comencé a interesarme por averiguar el origen de nuestro
apellido.
Por aquella época tuve ocasión de leer por primera vez -y
digo por primera vez porque luego lo he releído muchas más-, un libro que supone una
verdadera joya para la familia Chereguini. Se trata de “Las Probanzas de
Nobleza” o de “Limpieza de Sangre” de los Chereguini de Negri, un verdadero tesoro que, al fallecer
el Capitán de Navío Augusto Chereguini Buitrago, que lo conservaba en custodia,
pasó a su actual custodio, mi hermano Enrique Chereguini de Tapia.
Las citadas Probanzas, realizadas por el Cronista y Rey de
Armas de Felipe V, Alfonso de Guerra y Sandoval el año 1742, sitúan el origen del apellido Chereguini en la Lombardía, y más tarde en Génova. Estas
Probanzas se hicieron a petición de Juan Bautista Bavoso o Vava Chereguini de
Negri Arpe, natural de Génova y sobrino carnal del Cónsul Giulio Antonio pues
era, como veremos en su momento, hijo de una hermana. Y es muy posible que las mandara hacer como requisito
indispensable para que su hijo Jerónimo pudiera ingresar en el Ejército español, como así sucedió.
El año 1958 visité, a bordo del Minador “Marte”, varios
puertos italianos y entre ellos la Base Naval de la Spezia. Tal circunstancia
favoreció mi afán investigador, leyéndome cuanta guía telefónica cayó en mis
manos buscando, infructuosamente, algún Chereguini que desgraciadamente no
aparecía por ningún lado. Por el contrario, si que encontré por toda
Italia poseedores del apellido Cereghini, algo que, tras el hallazgo de Las
Probanzas, había descartado tuviera relación con nuestros orígenes.
La siguiente pista me la proporcionó un artículo, publicado
en la Revista General de Marina, del Contralmirante Don Julio Guillén 'Tato',
Director del Museo Naval de Madrid, que al sacar a relucir unas tertulias que
tenían lugar en el Ministerio de Marina, antes de la Guerra Civil, se refería a
Felix Chereguini - él y el Alférez de Navío Juan Viniegra fueron los dos
primeros pilotos de la Aviación Naval Española- como asiduo tertuliano, junto
con el Marqués de Dosfuentes, que llevaba el apellido Chereguini por el
matrimonio, como más tarde supe, de Florentina Chereguini con su bisabuelo, o
abuelo, Fernando Antón del Olmet y Serón de Aragón.
En el artículo del Contralmirante Guillén se hablaba del
origen genovés del apellido y citaba a Giulio Antonio Chereguini como Cónsul de
la República de Genova. Como veremos en su momento, Giulio Antonio fue cónsul, pero no de la Répública de Génova sino de la República de Génova en Cartagena, que no es lo mismo...
El citado Marqués de Dosfuentes era el autor de un libro,
“El Trabajo, Poema épico”, en el que se habla con bastante detalle de la
sangre genovesa de su antepasada la citada Florentina Chereguini. Al hacerlo me
proporcionó una pista muy interesante, pues me dio los nombres de los padres de
Florentina que fueron Andrés Chereguini Carminati y Antonia Paradas Vargas. Andrés, hijo del cónsul y Antonia, hija de Juan Paradas, Teniente de Rey de la Plaza de Oran y de Antonia
Vargas, ambos naturales de Oran.
No puedo dejar de mencionar a mi primo, el Teniente Coronel
de Infantería de Marina, Ricardo Chereguini Diaz-Sutil -superviviente en el hundimiento del Crucero Baleares durante la Guerra Civil- el cual conociendo mi
afición a la genealogía de nuestro apellido, me obsequió con el ejemplar que
tenía del libro de Antón del Olmet.
El tiempo pasaba y yo continuaba con mi escaso bagaje y sin
la posibilidad de que alguien de la familia me facilitara el camino. Perdí a
mi padre -asesinado en Oropesa cuando era comandante de Marina de Castellón
en octubre del treinta y seis- cuando yo tenía cuatro años y, como dije antes,
los pocos Chereguini que quedaban, marinos de guerra todos ellos, sabían menos
que yo de su apellido.
El tiempo pasaba ciertamente y tanto pasó que llegó
Internet... y con Internet la posibilidad de entrar, vía “online”, en el
Archivo Histórico Nacional pues pensaba, y acerté, que si Giulio Antonio había
sido cónsul en Cartagena, en el Archivo Histórico, sección diplomática, algún
legajo debía existir.
Y existía, ¡vaya si existía! Entré, como digo vía online
y apareció Julio Antonio Chereguini, cónsul de la República de Génova, en
Cartagena, desde junio de 1713. Su nombramiento, al “Magnífico Giulio Antonio
Chiereghini” firmado por el Dux de Génova, el placet del Rey de España, su alta
en el Ayuntamiento de Cartagena -por cierto, trescientos reales de vellón-
sus sucesivos “reenganches”, hasta el año 1735 y, en fin, todos los documentos
de su relación con el reino de España.
Pero mi mayor sorpresa fue cuando me encontré que el
apellido del cónsul era Chiereghini y, sin embargo, el de su hijo era Andrés
Chereguini... ¿cómo se comía aquello? Era lo mismo, pues lo interesante era
que había descubierto una nueva línea de acción: un apellido Chiereghini y una
república, Comune más bien, a la que podía dirigirme en la seguridad de que
iba a terminar de “desfacer el entuerto”.
Y así fue. Escribí al Archivio Storico de la Comune y al Archivio di Stato, ambos en Génova, y el premio fue gordo pues recibí
tal cantidad de documentos que, entre que estaban redactados en italiano y que, en ocasiones, la letra no era demasiado legible -por cierto la del Giulio
Antonio era una maravilla-, tardé cierto tiempo en digerir.
Las conclusiones a las que llegué fueron las siguientes:
Giulio Antonio Chiereghini desempeñó el cargo de Cónsul en Paris desde 1702
hasta 1713 que pasó a desempeñar el consulado en Cartagena.
Curiosamente, los primeros documentos que envía al Dux de Génova, desde París,
los firma como Chiereghini, pero al final de su estancia aparece su firma como
CHEREGHINI haciendo desaparecer la “i” de “CHIE”. En aquellos tiempos de mis
primeros contactos con los archivos italianos, aún no sabía que Giulio Antonio,
casado en primeras nupcias con la genovesa Antonia Carminati, había quedado
viudo y se había casado por segunda vez con la parisina María Luisa Chacel – o Chasel-
de Chaselles.
Tengo una teoría, un tanto novelesca, de la razón por la que
Giulio Antonio eliminó la primera “I” de su apellido, y esa teoría señala a
María Luisa como la principal causante de tal eliminación. Pero esa historia os
la contaré cuando llegue el momento adecuado.
Por cierto que algo parecido le sucedió a su apellido cuando
llegó a Cartagena. Sus primeros escritos al Dux los firma como CHEREGHINI y,
poco después, elimina la “H” de “GHI” y se transforma definitivamente en
CHEREGUINI . También, en su momento, os explicaré mi teoría de la desaparición de la “H”.
En estas estaba cuando, un buen día, se me ocurrió algo que
se me debía haber ocurrido mucho antes: pedir al Archivo del Museo Naval la
Hoja de Servicio de mi abuelo Enrique Chereguini Patero y de sus hermanos Ricardo, José y Joaquín, pues los cuatro ingresaron en el Colegio Naval de San Fernando allá por los años treinta del siglo antepasado. Enrique alcanzó el grado de capitán de navío de la
Armada y su hermano Ricardo, el de General de Infantería de Marina. Ambos fueron los únicos “generadores” de los Chereguini de los siglos XIX, XX y XI, por ahora...
¡Albricias! Aquello resultó un verdadero tesoro, pues en sus Hojas de
Servicio aparecía, como requisito indispensable para ingresar en el Colegio Naval
de San Fernando, su árbol genealógico... ¡¡¡hasta los tatarabuelos!!! Gracias a ello me enteré de que mi bisabuelo, José María
Chereguini García Ussel de Guimbarda, había pertenecido al Cuerpo de Ministerio
de la Armada, creado por Patiño para disponer de un Cuerpo, mitad Intendencia,
mitad Intervención, que supervisara la construcción de los Arsenales de
Cartagena, San Fernando y Ferrol.
También me enteré de los nombres de los padres y abuelos de
José María, que fueron Tadeo y Pedro. Con ellos tenía completo el árbol desde
Giulio Antonio: su hijo Andrés, su nieto Tadeo, su bisnieto Pedro y su
tatanieto, mi bisabuelo José María.
Y, ya embalado, acudí al Archivo del Viso del Marqués,
ubicado en el Palacio del Marqués de Santa Cruz en el Viso del Marqués, en
Ciudad Real, y de nuevo encontré cantidad de información y entre ella la
evidencia de que tanto Andrés como Tadeo y Pedro, habían pertenecido al citado
Cuerpo de Ministerio. Pero, ¡insólito!, las carpetas que debían contener sus
expedientes estaban vacías.
¿Qué había sucedido? Misterio. Pero sabiendo que habían
sido oficiales de la Armada me dirigí al Archivo del Arsenal de Cartagena y, de
nuevo, encontré un filón...
Para no aburriros, más de lo ya os he aburrido y, sobre
todo, que no es el momento de adelantar el árbol, os diré sucintamente que
Andrés ingresó en el Cuerpo de Ministerio el año 1732, y que su hijo Tadeo y su
nieto Pedro, también lo hicieron. De sus matrimonios, hijos y vicisitudes os
contaré, como digo, en su momento.
Ya tenía, pues, todo el árbol desde el Patriarca- por el
momento Giulio Antonio- hasta la actualidad pero, ¿y antes?, ¿ quienes habían
sido los CHIEREGHINI?, ¿de dónde procedían?, ¿podría llegar a conocer sus
nombres?, ¿quienes habían sido los padres, los abuelos, de Giulio Antonio?
Con
tanta información en mi poder se me ocurrió, de nuevo, recurrir a
las guías telefónicas de Italia -páginas blancas de Génova
en particular-, buscando el apellido CHIEREGHINI. Me llevé una gran
sorpresa pues me encontré que con el apellido CHIEREGHINI solamente
aparecían en toda Italia cinco personas y que , por el contrario,
aparecían ciento ochenta y nueve con el apellido CHIEREGHIN... Curioso ¿no?
Mención
aparte y mención”con distintivo rojo” merece, por la labor
investigadora y el valor de lo obtenido, mi sobrino Augusto Martínez
Chereguini, Capitán de Fragata, retirado a petición propia e hijo de mi prima hermana Socorro Chereguini Lagarde el cual, investigando
en el Archivo de la Iglesia de Santa María de Cartagena, obtuvo
valiosísima información acerca de los matrimonios, bautizos, hijos, etc., etc., de cuanto Chereguini residió en Cartagena desde 1713 hasta
el día de hoy. Gracias, Augusto.
Unas
Navidades, hace ya algunos años, se me ocurrió -no tenía cosa
mejor que hacer- enviarles una felicitación a todos los
Chiereghini/Chiereghin que encontré en las Páginas Blancas
italianas, preguntándoles si conocían y podían informarme acerca
de sus antepasados. Ni corto ni perezoso redacté la carta, se
tradujo al italiano y saqué las oportunas copias.
Obtuve
un resultado bastante aceptable por el número de respuestas pero, no
así, por el contenido de ellas, pues ninguna me ayudaba a desentrañar
mis interrogantes, Sin embargo si me sirvió para conocer a Nella
Chiereghini, residente en Sant´ Ambrogio de Valpolicella, Comune de
Verona, que merece párrafo aparte por su simpatía y espíritu de
colaboración.
Me
explico; puesto en contacto telefónicamente con Nella, que resultó
ser una simpatiquísima señora, congeniamos desde el primer momento
y, mucho más cuando me informó que existía y disponía de un
ejemplar de un libro que dedicaba varias de sus hojas a contar la
historia de los Chiereghini en los siglos XIV, XV, XVI y XVII.
Al
conocer mi interés por el apellido Chiereghini y mi intención de
escribir la historia del apellido, se ofreció a enviarme, como así
hizo, una fotocopia de los capítulos del libro que hablan de los
Chiereghini.
La
lectura de tal libro, cuyo nombre va siendo hora que descubra,
resultó interesantísima y ha sido clave para llegar a donde he
llegado. El libro, que se titula “Marme e Lapicidi”, fue editado
por la Comune de Sant Ambrogio de Valpolicella perteneciente a la
Comune de Verona en el Véneto.
Creo
que la edición de este libro se encuentra agotada pero, de
cualquier forma, aquellos que tengan interés en disponer de él
pueden dirigirse a David Chiereghini, sobrino de Nella, que pertenece
a la Plana Mayor de la citada Comune de Sant Ambrogio. También yo me
ofrezco a proporcionarle una fotocopia a quienes me la soliciten.
Una
traducción, un tanto libre, del título del libro es la de “Mármol
y marmolistas” y como tales nos presenta el libro a los Chiereghini
de los siglos XIV al XVII.
Y con esta breve reseña del libro
termino para dar paso al Capítulo I, en donde os hablaré del origen
de los Chiereghini, nuestros antepasados italianos.